La excusa más común es que "son chavistas". Esta excusa no la pienso reprochar, porque en cierta parte es verdad. De hecho, un día, hablando con mi mamá, le dije eso y me explicó algo muy interesante, pues ella había experimentado con programas parecidos.
Esa explicación fue que el programa es financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo, y que si algún gobierno interviene en el financiamiento de alguna organización financiada por el BID, ésta queda fuera del financiamiento. Según la página de Fundamusical, esto continúa. Aquí está el texto tal cual está en el portal web:
Entonces, podemos ver que, aunque el GobiernoEl Programa de Apoyo al Centro Nacional de Acción Social por la Música – Fase II, se viene ejecutando gracias al Contrato de Préstamo 1869/OC-VE, suscrito entre la República Bolivariana de Venezuela y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).Este contrato tiene un presupuesto asignado de doscientos once millones de dólares (US$ 211.000.000,00), de los cuales sesenta y un millones de dólares (US$ 61.000.000,00) corresponden al aporte local de la nación y ciento cincuenta millones de dólares (US$ 150.000.000,00) al aporte externo proveniente del BID.
Otra excusa común es que "no hay el instrumento que yo quiero". El Sistema cuenta con muchísimos programas como Alma Llanera, de instrumentos venezolanos y al que pertenecí en el año escolar 2017-2018, en los que tienen instrumentos que no "encajan" en la orquesta pero igual dan oportunidades. También, en la orquesta en sí, hay muchísimos instrumentos de excelente calidad, por ejemplo, un oboe de El Sistema puede alcanzar la exorbitante cifra de 12000 euros.
Esta excusa ni siquiera la debería discutir. Si dices que "no tienes dinero" para comprar el instrumento, resulta ser que una de las principales características de El Sistema es que prestan instrumentos. Te puedes comprar el tuyo, claro, pero si no puedes comprártelo, ellos te lo prestan.
No tenía imágenes simpáticas, así que prefiero que este paquidermo haga su día más feliz. |
Ya para terminar, si tu excusa es que no te gusta la música, no puedo adoctrinarte. Si no te gusta, no te gusta, y nadie puede obligarte.
Elías Haig
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