sábado, 4 de agosto de 2018

De Puerto Ayacucho a Reikjavik. De un Xbox a un Pla... nah, mentira. El punto es que las redes lo son todo.

Era junio 2014. Estaba yo a punto de pasar a tercer grado, pero aún me quedaba hacer una exposición sobre un tema que, por cierto, no me disgusta: las redes sociales. En un principio pensé que sólo iba a hablar de Facebook, Twitter, blah blah blah. Pero después aprendí que las redes sociales no sólo son plataformas: las redes sociales son nuestras vidas a menos que seas un gótico antisocial con tendencias suicidas adicto a los videojuegos nivel 784378493e3 en League of Legends. Nuestras vidas son una red social, absolutamente.
¿Y tienes planes el viernes en la noche?

 Planteemos nuestra vida como una red social. En el ecosonograma aparecemos como una cuenta de Twitter con, al menos 2 seguidores: nuestra mamá y nuestro papá. A medida que la noticia se va difundiendo como si fuese un video viral de YouTube: nuestra cuenta de Twitter obtiene seguidores: tíos, abuelos, primos, tíos del amigo de un primo de su abuelo que trabaja en el SEBIN y dice que la Operación American Ninja Warrior viene con todo, entre otros.

Una vez que naces: te creas tus cuentas en otras redes sociales: tus papás te toman fotos que marcan la creación de tu Tumblr, tu Instagram y tu Facebook. Cuando la gente empieza a conocerte, te creas tu reddit y te conviertes en el eje central de tu /r/aww versión familia. Tras eso, cuando te empiezan a comprar juguetes, te haces tu propia cuenta de Steam con juegos como el FPS "A tuna que tuna tuna" o el MMORPG "Te quite tu nariz".
A medida que vas creciendo, a eso de los 6 meses, que ya puedes comer sólidos, te creas tu propia cuenta de Yelp, haciendo que aprendas a diferenciar sabores y a juzgar comidas. Séis meses más tarde, en tu primer año de vida, cuando aprendes a caminar, ya tienes tu propio Waze, con destinos como "Cocina", "Cuna", o incluso "Cuarto". Si tienes suerte, ya podrías tener Spotify.

Ya a los 2 años, que tienes un poco más de razonamiento, empiezas con tu Goodreads, primero de textos muy sencillos (mi mamá me mima, sí. Es con relación a ti), y luego avanzas hacia cuentos cortos. También te creas tu cuenta de uPlay, pues empiezas a jugar más juegos.
Hacia los 4 años, que ya puedes empezar a escribir, tienes tu propio Blogger y Wattpad, que, aunque primero son de textos sencillos, ya después, a los 6 o 7 años, son más complejos. También tendrías tu nuevo Curious Cat o ask.fm, pues ya empiezas a hacer preguntas, de hecho, muchas.
Ya, para los 10 años, empiezas a mejorar tus habilidades en todas las redes anteriormente mencionadas, pues ya tienes todos los pilares, y así pasas el resto de tu vida, hasta que se cae el internet y dejamos de tener redes.
Elías Haig

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