jueves, 12 de septiembre de 2019

A un año de La Cátedra del Pop

Era el 13 de septiembre de 2018. Jueves. Estaba a punto de pasar a primer año, acababa de llegar de Panamá y estaba asistiendo a la primera de una serie de, se suponía, seis eventos, llamada "La Cátedra del Pop".

Star Wars: el inicio.

Ese jueves trataba sobre Star Wars y yo fui con mi indumentaria acorde, muy dispuesto a escuchar la ponencia de Alexander González, Eugenio Martínez y Paola Martínez. Sin embargo, a pesar que no es raro que yo vaya a un evento similar, la Cátedra tenía algo especial: a la semana siguiente, yo sería ponente en la Cátedra de mi religión: El Señor de los Anillos.
Foto sacada de acá.
Quería ir porque me fascinaba Star Wars, claro, pero también porque quería conocer el Centro Cultural BOD y, por supuesto, saber de qué iba eso de dar charlas. Era mi primera experiencia y, hasta ahora, la única similar. Definitivamente tenía que saber qué iba a ser eso que iba a hacer, y también mis papás saber dónde estacionar porque, bueno, Los Teques.
Estuvo muy buena la charla, era la primera vez. Y lo disfruté muchísimo, de hecho, creo que hice varias preguntas. Acá está el póster promocional. 

El Señor de los Anillos: el mejor día.

Esta también cuenta como la historia de mi foto de perfil por excelencia.

Una semana después, estaba en mi penúltima semana de vacaciones, como en el momento en que escribo esta entrada. Pero no una penúltima semana cualquiera de unas vacaciones cualquiera: habían empezado con una llamada de Luis Carlos para invitarme a ser ponente, y terminarían con los presagios consumándose.
A las 5:00 de la tarde llegué, subí, y empezaron los preparativos. Había preparado pan de lembas para llevar, y, a pesar que realmente no me gustaron mucho, tuve que comerlas. Una vez arriba, hicieron la "pasada", que era una especie de ensayo logístico, y metí la pata levemente. Al menos no había público. Después, nos quedamos mis nervios, los demás catedráticos, y yo solos dentro del camerino.
Un poco antes de empezar, estuve conversando con Florencio Quintero y conocí a Pablo Sánchez Noguera, con quien aún mantengo contacto.
Y entonces, empezó.
Foto también de Paula Russa.
Tuve el honor de ser el primero en hablar, con mi corbatín gondoriano y mi corazón cual Anillo en Monte del Destino: ardiente. Hablé sobre la atemporalidad de TLOTR, sobre cómo influye en nuestras vidas, y dí algunas recomendaciones. Recuerdo que me preguntaron sobre el origen de los Hobbits, pero de resto estaba demasiado emocionado y poco quedó impreso en mi memoria. Fue un día fabuloso, eso lo aseguro.

Después de bajar del escenario, abracé a mi mamá y quedé ciego. Ciego de emociones, una sobrecarga de ellas a la vez. El mejor día de mi vida. Para no romper la secuencia, he aquí el póster. Fue genial.

Después

Las Cátedras continuaron, a pesar que yo sólo pude ir a una más, puesto que había empezado clases y, realmente, no me interesaron mucho las otras del BOD. Sin embargo, a partir de Febrero se hicieron tres cátedras en la sala de Cines Unidos del Líder, y lamentablemente no pude ir (a pesar que fueron domingos al mediodía) porque estaba comprometido con los Modelos de Naciones Unidas. Seguramente, fueron fabulosas. 
Ojalá hagan más. Si hacen más, acá tienen alguien a su disposición para hablar, preguntar, reír, y, en fin, disfrutar. ¡Gracias!

Para terminar, una galería de imágenes de La Cátedra del Pop, sacadas de su Instagram.











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